Slayer. Vinieron del Sur

Han pasado ya treinta años desde que Lucifer decidió tomarse un respiro en sus pozos de azufre para darse un paseo por la baja california y patrocinar personalmente la formación de Slayer.

Ahora su sonido, madurado a lo largo de treinta años de oscuridad y derramamiento de sangre, es toda una marca personal.

Bases de batería que triplican su tiempo en menos de un pestañeo son seguidas por guitarrazos cromáticos que te funden hasta la ultima viela del cerebro; atmósferas sutiles y oscuras que parecen la banda sonora de alguna clase de profanación inevitablemente se tornan una tormenta de palm mutes y ritmos frenéticos de harcore-punk-ultraterreno.
La inquietante voz monocorde de Araya entona letras agresivas, blasfemas, politicamente incorrectas, inoportunas, viscerales y no pocas veces ácidas. Éstas son coreadas por mensajes invertidos, susurros y mas voces monocordes. Toda una bacanal de ruidos que precisa unos canzoncillos de recambio para ser escuchada, la ostia.

En definitiva estos cuarentones tienen el culo muy pelao y el territorio mas que marcado por eso sabes en menos de dos notas que estamos escuchando Slayer.
No hay que olvidar que vienen del sur, de muy al sur...